34. Prabhupāda narra historias cortas


Una vez, de joven, Prabhupāda estaba de paso por la estación de tren de Howrah. Allí vio a una persona que estaba viajando con unos cuantos pedazos de madera a medio quemar para usar como combustible. Prabhupāda pudo comprender la mentalidad del hombre. «Estas son mis posesiones. He acumulado esto». No importa cuán insignificantes puedan ser nuestras posesiones, todo el mundo piensa «esto es mío». Prabhupāda dijo que esta es la enfermedad material de todo el mundo.

Diario de Tamāla Kṛṣṇa Goswami

En Vṛndāvana, en junio de 1977, Prabhupāda habló de cuán decadente ha llegado a ser la vida humana. Narró cómo la abuela de uno de sus discípulos había aconsejado a su hija (la madre del discípulo) que abortase a su hijo. Entonces Prabhupāda contó que la esposa de uno de sus hermanos espirituales era adúltera. El hijo de esta mujer lo averiguó y la amenazó con decírselo a su padre, por lo que la madre envenenó al muchacho. Cuando el padre se enteró de que su esposa había asesinado a su hijo se suicidó. Prabhupāda concluyó diciendo que en esta era no hay cultura, ni conciencia de Dios, ni normas de comportamiento. Dijo que la única esperanza para la civilización occidental es cantar Hare Kṛṣṇa.

Clase en Vṛndāvana (junio 1977)

En Nueva York, en 1966, Prabhupāda contó una historia acerca de encontrar la felicidad. Una vez un hombre le dijo a su amigo que la caña de azúcar es muy dulce y sabe muy bien cuando una la mastica. El amigo no sabía lo que era la caña de azúcar así que le preguntó al hombre. La respuesta fue que era «parecida a una caña de bambú». Entonces el necio amigo comenzó a mascar diversas clases de cañas de bambú, pero nunca pudo saborear el dulzor.

—Similarmente —explicó Prabhupāda—, los materialistas están intentando encontrar la felicidad y el placer por medio del disfrute material, mas no encuentran la verdadera felicidad. La experiencia temporal de la felicidad material es como la pequeña chispa de un rayo en el cielo nocturno, mientras que la verdadera felicidad es como el Sol que brilla en el cielo e ilumina todo.


Clase en New York (setiembre 1966)

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